Proyecto Educativo


El Proyecto Educativo Institucional se fundamenta en la concepción constructivista de la enseñanza y el aprendizaje desde una conducción que gestione los diferentes componentes en el proceso de aprendizaje significativo.

Concebimos al ser humano como una unidad cultural, social, ética y estética; priorizando sus capacidades y teniendo en cuenta valores fundamentales de la persona como el bien, la verdad, la tolerancia, la justicia, la igualdad y la solidaridad.

Consideramos a cada alumno/a como un ser único, singular e irrepetible, con autonomía y aptitudes que le son propias, con una conciencia que debe ser guía de su destino, con una capacidad social que debe conducir a la participación en los distintos ámbitos de la vida. El alumno/a es el protagonista y es quien a través del proceso educativo desarrolla creativamente sus potencialidades, acompañado activamente por el docente, quien confía en su capacidad de aprender brindándole espacios para el desarrollo de un pensamiento autónomo y lo guía en la búsqueda del saber ser.

Creemos en la familia como el núcleo natural y principal en el que reside la educación de los hijos/as. Es en su seno donde niños/as inician su socialización aprendiendo a amar y respetar los valores esenciales del ser humano. La familia y la escuela comparten el compromiso de la formación de los niños/as en un marco democrático. Entendemos que a través del ejercicio de la libertad responsable y la autodisciplina se construyen y transitan los caminos de una convivencia ordenada y armónica.

En la actualidad en donde la globalización invade con información constantemente, sobre todos los temas (económicos, políticos, sociales, culturales, etc.) y sus conflictos como consecuencia de los actos realizados por el hombre en el mundo; creemos necesario que el aprendizaje sea significativo, de manera que los conocimientos sean representativos para su cotidianeidad y permitan su utilización posterior a largo plazo.

Deseamos crear un modelo de escuela que favorezca libertades e igualdades entre nuestros alumnos y alumnas, detectando aquellas situaciones cotidianas que atenten contra la convivencia solidaria, la participación, la libertad y la creatividad; descubriendo y orientando hacia actitudes positivas que fomenten una convivencia más humanizante, comprometiéndose con acciones realistas, tendiendo a crear un clima propicio para el intercambio, el conocimiento y el diálogo abierto que facilite la sana resolución de los conflictos que surjan.